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martes, 12 de septiembre de 2017

NO ES PAÍS PARA GORDAS


El post de hoy no está dedicado a mostrar nuevos diseños, últimas adquisiciones o propuestas de temporada. El post de hoy habla de lo impotente que se siente una cuando va de compras a un centro comercial, entra en una tienda,  llega a la sección de tallas grandes y se encuentra con un gulag de la estepa siberiana.


Una especie de  rincón apartado, inmensamente frío y con fuertes aromas a rancio... Sí, un lugar que lo último que transmite es entusiasmo. 

                    

Y mientras la nueva temporada aterriza en las tiendas llenando sus perchas de terciopelos, flores barrocas de colores otoñales, cuadros ingleses, topos, bordados, flecos, transparencias, peluches y volantes... De maravillosos kimonos y pijamas que no son pijamas, de bodys con estampados eléctricos, de tejidos combinados y parkas explosivas... Mientras sucede esto, en ese lugar inhóspito que es la zona XL, la ropa se muestra gris, lánguida, sin gracia... Tan básica que adormece. En la cárcel de Alcatraz había más alegría que en ese reducto marginal.

                   

En tu periplo, entras en varios comercios, buscas tu talla sin éxito, encuentras la sección plus size... Y una vez más, compruebas que con una 48 resulta imposible comprar ropa en un centro comercial a precios asequibles. A no ser que quieras moda para hacer la limpieza general de tu trastero.


Pero siempre me ocurre lo mismo, salgo de tiendas, como si aún no me hubiera acostumbrado al desierto. A ese lenguaje subliminal que transmite la sección de tallas grandes y que temporada a temporada me recuerda que soy gorda y que no tengo derecho a esas tendencias que salen en las portadas del VOGUE... Que me tengo que conformar con los básicos, la viscosa, el algodón con mezcla, los colores de perfil bajo y los estampados para nonagenarias marchosas.

             

Pero insistes, sigues buscando ropa. Sigues buscando ropa en una aventura que ni Calleja cruzando a nado el Orinoco con un cocodrilo a hombros. Hasta que encuentras algo que te gusta, que tiene color, vida... y que NO hay tu talla aunque lo ponga en la etiqueta. Sí, es la famosa XL fantasma, esa talla que tiene más leyenda que la chica de la curva... Definitivamente, solo nos quedan las firmas específicas... Aunque los diseñadores de muchas de estas marcas se empeñen en que a una gorda le queda superbien una falda de tablas, porque nunca han vivido en sus propias carnes lo que es usar una talla 52. Ni tan solo una 40.

             

Acaba la empresa. El evento ha sido un completo fracaso... pero para no regresar al hogar con  amargura existencial... Terminas comprando ese jersey de cisne que por lo menos no parece la sudadera del enterrador de Wichita.



Y de nuevo vuelves a caer en el manido, reiterativo y aburrido debate de las tallas en el que juro no caer cada 3 meses. Y regresan esas preguntas sin respuesta: ¿Por qué las firmas más accesibles no pueden hacer una selección de la colección de temporada en tallas grandes? ¿Por que crean esas cápsulas para señoras con sobrepeso que parecen haber sido diseñadas por Norman Bates? Aunque confieso que mis preguntas han dejado de ser cuestiones reivindicativas: a estas alturas, juro por mis pestañas que es pura curiosidad. ¿Será que este no es país para gordas? Va a ser eso.


11 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Poco gusto y poco respeto a la clientela, de verdad. Saludos!

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  2. Cuanta razón....y que tristeza... y esto no mejora. Hay que alegrarse de encontrar prendas oversize y la famosa XXL en ZARA !!!!
    Muassss

    Eve

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  3. Tienes toda la razón yo no dejo de preguntarme porque firmas donde compramos todas habitualmente lo que hacen tiene un tallaje más amplio, yo lo veo muy simple pero parece ser que ellos no y se empeñan en sacar una sección especial en tallas con ropa muy aburrida y poco atractiva...

    Zara que ahora se ha dedicado a hacer determinadas prendas con un tallaje superior pues es un poco mentirosilla con tallas XL que no corresponden a una XL y así sucesivamente... ¡vergonzoso!

    Besos

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  4. Qué verdad! La última vez que fui a la sección de tallas grandes de HM Moyua en Bilbao estuve tentada de echarme a llorar y me juré no volver más. Un rincón apartado con tres piltrafillas que ni nombre de básicos se merecían (y mira que soy básicamente de básicos aliñados con complementos especiales). El que realmente es XXL es el bajón que le entra a una al ver semejante plantel...
    En fin, yo casi que doy la guerra por perdida. No sé si algún día se dignarán a hacer las mismas prendas pero en tallaje mayor. Creo que nos toca seguir "arrebuscando" en cualquier esquina, probando suerte en mil sitios (en los que en 998 no hay nada, pero de pascuas a ramos salta la liebre y el subidón es digno de pasar a los anales de la historia) y en la "internete".
    C'est la vie...efectivamente, no es país para gordos/as...

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  5. Pues si, se le da mucho bombo pero luego más de lo mismo, ropa saco o como yo digo "ropadegorda"
    y encima mucho más cara que la "normal". En el H&M donde yo voy encima está al fondo de la tienda, en un rincón, como si se avergonzarán de tener esas tallas. Y tampoco son para tirar cohetes de bonita. Digo yo, tanto trabajo cuesta? En fin..... Besos guapísima.

    http://miestiloesasi.blogspot.com.es/2017/09/rosa.html

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  6. Que razón tienes yo en el blog estoy harta de expresar está opinión de jurar que no voy a comprar en Zara hasta que pongan tallas grandes pero luego aparece algo Oversize y pico ... Una vez en la vida hay que aprovechar el hito!!!! Ojalá algún día esto cambie, besazos wapisima

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  7. A mí me da la sensación además que las tallas cada vez son más pequeñas. Que donde pone L pertenece a la antes M y así. Hace unos días me probé un vestido en mango de la L y me gustaba. Me quedaba bien. Pero quería probar un talla más para ver la diferencia y al tiempo cambiar esa L por otra porque está roto. Cogi otro de la L y una XL. Me prive la XL y lo vi grande. Probé de nuevo la L y esta vez no me valía 😳😳😳 mismo modelo y misma talla pero cada uno distinto tamaño 😱😱😱
    los tallares estam fatal. Eso me anima a seguir haciendo mi ropa a mí gusto y sin problema de talla
    Besitos

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  8. Totalmente cierto pero, no es culpa de las compañías, es culpa de nosotras por no esforzarnos en ser más saludables y menos consumistas. (Tampoco es obligación comprarse ropita nueva cada temporada). Yo lo que veo es que nos queremos hacer las víctimas en vez de seguir el ejemplo de aquellas que sí se esfuerzan y que también son mujeres reales.

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  9. Totalmente de acuerdo contigo querida! Un besazo.
    http://solaanteelespejo.blogspot.com.es/

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  10. Que razón tienes guapa, a ver si empiezana cambiar las cosas de una vez, mi problema es el pecho y no hay forma de que me encaje una camisa como dios manda, que artura!!!
    Un besazo !!!

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