Hola amiguitas! En el capítulo pasado, nos quedamos en el momento en el que yo luchaba contra los elementos: atrapada en medio de una fuerte tormenta de nieve cuando viajaba a la montaña para ver un pesebre viviente... ¿Habré conseguido superar el trance? Pues sí. Tras el congelamiento de varios miembros, incluida Mary Jane y mi bandolera de Prada, decidí que la que quería seguir siendo viviente era yo, así que desistimos. Nuestros pasos nos llevaron hasta una tienda repleta de delicatessen. Mis caderas pueden dar buena cuenta del resultado.
Pero que bueno todo! Si comer este manjar fuera ilegal, yo estaría ahora mismo en el corredor de la muerte... No te digo más. Pero había que reponer fuerzas... Al día siguiente tenía la boda de unos amigos maravillosos...
La novia estaba preciosa con un vestido de invierno de raso con botonadura en la espalda. La rebeca de punto con manga francesa era maravillosa. Y el ramo... Me enamoré!
Para el enlace me decidí por un modeli “Blu, tablets & mini skirt” de Sherpas.
El tocado es de White (Blanco) del siglo XV. Lo estrené aquel día, aunque si os soy sincera, con el frío que hacía me tenía que haber puesto unas orejeras, una bufanda y un plumífero...
Esta monada es el detalle típico en la región. En las bodas se regala un "Confetti", una cajita o bolsita con almendras bañadas en caramelo. No es precioso?... Y antes de tomar el avión de regreso… ¿Qué mejor que un paseo por Roma?
Adoro sus cafés-restaurantes y el sol romano.
Comimos en uno de mis restaurantes con horno de leña preferidos, “La Pace del Cervello”, muy cerca del coliseo. Un lugar lleno de cosas antiguas y trastos donde además, se puede jugar a decenas de juegos.
Este manjar recién horneado se merecía una poesía pero lo que me rimaba con “pizza” no me resultaba muy elegante. Ejem. (Chiste de persona bajo los efectos del agotamiento)... Y antes de abandonar Italia... La foto de rigor. Una que en el fondo es una clásica...
Os ha gustado mi corto pero intenso viaje con Mary Jane? A mis cartucheras les ha encantado...
Han sido unas maravillosas navidades que ya han llegado su fin... Y si en New York se hace anualmente el encendido del árbol en el Rockefeller Center, este fin de semana, organizo el "apagado del árbol" con mis amiguitas. Prometo contaros todo con pelos y señales... Ah! Y si hay tiempo... REBAJAS!!! Quedará algo o como siempre sólo zapatos del número 48 y tallas XXSS para mujeres invisibles? Continuará...